El tiempo… ¿Lo cura todo?

Cuando vivimos una pérdida es muy común escuchar frases hechas y que son repetidas casi de manera mecánica por las personas que intentan darnos apoyo en momentos tan difíciles, una de las más usadas para tratar de dar esperanza a los dolientes es “el tiempo lo cura todo”.

Pero, ¿Cuánto tiempo se requiere para superar un duelo? Realmente no existe un consenso en cuanto al tiempo que deberá trascurrir para superar una pérdida, los diferentes investigadores que trabajan con el tema del duelo dan tiempos muy distintos, algunos señalan que si después de un año no se ha logrado integrar la experiencia de la pérdida a la vida ya estaríamos hablando de un duelo complicado o patológico y otros autores agregan meses a éste proceso hasta llegar a los 2 años, todo dependerá de la intensidad del duelo.

¿Y de qué dependerá la intensidad y duración del duelo? Dependerá de muchos factores, historia y personalidad del doliente, tipo de pérdida, relación con el objeto perdido, red de apoyo, si es una muerte habría que considerar si fue por accidente, asesinato, suicidio, etc. Si no existen dos duelos iguales tampoco puede existir un tiempo establecido para superar una pérdida.

Superar una pérdida no es sencillo, ya que no se trata de “olvidar” ni de “dejar en el pasado”, no es tampoco “dejar de llorar”, mucho menos “ser el mismo de antes” superar el duelo implica una reconstrucción completa de nuestra vida, cuestionando lo que hasta ese momentos éramos, cuestionando nuestras creencias y nuestra visión del mundo y la vida. Superar el duelo es renacer, es adaptarnos a una realidad donde el objeto perdido ya no está, es reaprender a disfrutar la vida, superar el duelo es aceptar nuestra condición humana de temporalidad limitada en éste mundo, superar el duelo es reconstruir el vínculo perdido con la persona o el objeto de nuestro duelo. Lo anterior implica mucho trabajo y un tiempo considerable en el que adquiramos herramientas que nos permitan integrar la pérdida a nuestra vida.

No apresuremos, ni nos apresuremos a terminar el duelo con frases como: “sigues llorando por...” “ya hace ocho meses de su partida, ya supéralo” “¿Hasta cuándo lo vas a superar?” “te hace daño”. Mejor ayudemos con apoyo concreto, ayudándole a ver sus habilidades y enseñándole otras que no tenga o buscando ayuda profesional si ambos carecen del conocimiento en algún área. No es el tiempo, somos nosotros los que nos “curamos” con el paso de los meses.

Esperar que con el sólo paso del tiempo el dolor y la angustia por la pérdida vaya disminuyendo es francamente un error, lo que cura no es el tiempo en sí, lo que cura es lo que cada uno de nosotros haga en el transcurso del tiempo para adaptarse a la pérdida, ya que pueden pasar años sin que una persona acepte la muerte de un ser querido, un divorcio o incluso una pérdida material y por lo tanto el dolor y la angustia serán de la misma intensidad (incluso pueden ser mayor) que en un principio, así pues pase el tiempo que pase, si uno como persona no se hace responsable de su proceso de duelo poco logrará avanzar.

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