Los duelos desautorizados.

Los duelos desautorizados surgen cuando no existe un vínculo reconocido y aceptado socialmente con el objeto perdido, o no se reconoce la importancia que tiene el objeto para nosotros. Al no ser reconocido ese vínculo se le niega a la persona el reconocimiento como doliente y por ende no recibe el apoyo social que generalmente se les da a las personas en duelo. A continuación citaré unos ejemplos para tratar de aclarar lo que es un duelo desautorizado.

Las mascotas.- Realmente existen mascotas que para sus dueños son sus compañeros de vida, que los han acompañado en todo momento y los cuales dejan de tener el status de mascota para convertirse en miembros casi humanos de la familia. Lo anterior puede parecer raro para personas externas a la familia quienes verán sólo animales, y no creerán o aceptarán que estés en duelo por un animal, total, te compras otro y ya, no pasa nada.

Amantes.- La pareja sobreviviente de una relación (esposa, novia, pareja en unión libre) generalmente es partícipe activo de los ritos funerarios, discute donde se llevarán a cabo la ceremonia fúnebre, decide que manejo se le dará a los restos mortales, planea lo que se hará con las pertenencias de la persona fallecida, etc. La pareja cuenta con el apoyo de sus amigos, familiares y compañeros de trabajo, pues saben que está pasando por una pérdida y le brindan lo que esté en sus manos para hacer más llevadero este proceso. Pero ¿Qué pasa si llevaba una relación no reconocida? La pareja se ve excluida de toda ceremonia, incluso existen personas que no pueden ni siquiera despedirse de su pareja en el velatorio y por lo tanto no se le permite expresar su dolor y no recibe la atención y el apoyo social que requiere para elaborar su duelo.

Parejas homosexuales.- Actualmente la sociedad, aunque sigue con altos índices de intolerancia, es más respetuosa de las preferencias sexuales de los demás, pero aun así hay personas que ocultan su orientación sexual y llevan relaciones homosexuales en el anonimato. Consecuencia de lo anterior descrito, si un integrante de la pareja muere, la persona sobreviviente no tendrá absolutamente ningún reconocimiento de su dolor, por lo que no se le permitirá expresar su pena y su participación en los ritos funerarios será nula, tal vez estando presente como acompañante pero no como deudo, lo que desembocará en una falta de comprensión y apoyo para la elaboración del duelo.

Abortos.- Cuando una mujer sufre un aborto se pierde mucho más de lo que se piensa, se pierde la esperanza, la alegría, la oportunidad de un futuro, la idealización de una vida y todo esto representa una pérdida con la que los padres tendrán que lidiar. Desafortunadamente muchas veces el círculo cercano no sabía del embarazo o se cree que por ser un no nacido el golpe emocional es menor o nulo y por lo tanto no se brinda el apoyo que las parejas requieren.

Los niños.- Los niños son niños, no entienden lo que pasa, ellos juegan y ya, al rato se les olvida… Y así es como el niño no es digno ni de una explicación de lo sucedió, perdiendo una gran oportunidad para hablar con el niño de un tema tan importante como la muerte o la pérdida y negándole la atención y apoyo que necesita por la muerte de un ser querido, una mascota, o el cambio de casa o de colegio, etc.

Desafortunadamente con los duelos desautorizados se nos niega la posibilidad de expresar los sentimientos y emociones que genera la pérdida, negándonos una válvula de escape. Y el no encontrar un sitio o una persona donde podamos expresar todo lo que se piensa y se siente nos puede llevar a un duelo complicado que nos impida poder reinterpretar nuestra vida para seguir adelante. Se recomienda a las personas que viven esto, y si así lo consideran, buscar ayuda profesional.

Isaac Hernández.

Psicólogo.

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