
Duelo patológico.
Se considera duelo patológico cuando después de un periodo largo de tiempo la persona no avanza en el proceso del duelo, es decir, continúa estancada en alguna de las etapas del duelo y la sintomatología asociada a ella no disminuye o inclusive incrementa. Lo anterior conlleva un deterioro importante en la salud física y emocional del doliente, igualmente se verá muy afectada la vida social.
En resumen y sin entrar en tecnicismos o explicaciones innecesarias, consideraremos un duelo patológico cuando no se ha podido integrar la experiencia de la pérdida a la vida y continuar una vida “normal”.
No existe un criterio temporal exacto para determinar si el duelo es patológico o no, pero diversos autores consideran que si el duelo no está resuelto en un periodo doce a veinticuatro meses es vital buscar ayuda.