
¿Cómo ayudar a un doliente?
Es muy importante dejar en claro que lograr la disminución de síntomas (lograr que deje de llorar o lograr que no esté triste) NO AYUDA al doliente, al contrario puede llevarlo a un duelo complicado o patológico por la negación de los síntomas.
A continuación se enlista una serie de recomendaciones para ayudar a un doliente.
Es muy importante no minimizar o racionalizar la pérdida.- “échale ganas” “fue mejor” “ya estaba muy enfermo” “se fuerte” “tienes más hijos” “ya llegará alguien más” “pero si ni su esposa eras” “ya lo olvidaras” "no pienses en eso” “pronto la vida será como antes” “no llores, te hace daño” “eran sólo un animal” “lo material se recupera” “el doctor no sabe nada” “eres hombre” “sé cómo te sientes” etc. Un abrazo y un "estoy contigo" siempre serán mejor.
No lo compares con otras personas.- Cada persona vive de manera distinta los duelos y reacciona de manera distinta ante las pérdidas, por ello no es recomendable hacer comparaciones de ningún tipo.
Escuchar.- Escucha sus necesidades para ayudarle a cubrirlas. Dejar que el doliente hable cuanto sea necesario de la pérdida. Lo anterior favorece el hacer consiente la pérdida y la aceptación de la misma.
Estar presente en la vida del doliente.- Ya sea de manera física o por otros medios como llamadas telefónicas. Especialmente en fechas importantes como cumpleaños, aniversarios, navidad etc.
Aceptar los sentimientos expresados.- El doliente tendrá una gran cantidad de sentimientos, inclusive puede mostrar sentimientos totalmente opuestos entre sí, nuestra labor será no juzgar ni negar los sentimientos y ayudar al doliente a entender que es totalmente normal lo que experimenta.
Hacer conscientes sus habilidades.- Después de la pérdida el doliente puede experimentar una sensación de “inutilidad” ante la vida, por lo que es conveniente resaltar las habilidades que ya demostró tener y ayudar en el desarrollo de las que no tiene.
No incitar cambios bruscos.- El realizar cambios bruscos en la vida de un doliente puede traer más inestabilidad y problemas a los que ya enfrenta con el duelo.
El olvido no existe.- Ante la imposibilidad del olvido selectivo, lo mejor será promover la recolocación emocional de la pérdida para así seguir viviendo.
Invítalo a buscar ayuda.- Siempre es bueno contar con la ayuda de un profesional que ayude al doliente a transitar el camino del duelo.
Nunca lo incites a beber alcohol o tomar algún tipo de medicamento ya que las consecuencias pueden ser realmente trágicas, además cabe la posibilidad de que se vuela adicto a las sustancias.